ESTRUCTURA PÉRGOLAS BIOCLIMÁTICAS

Las pérgolas bioclimáticas son estructuras que permiten regular la temperatura de forma natural ofreciendo máxima protección frente al sol, la lluvia, el viento o la nieve.  La estructura de una pérgola bioclimática proporciona eficacia, comodidad y elegancia gracias a los materiales empleados en su fabricación y su elaborado diseño. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber respecto a las diferentes partes que componen la estructura de una pérgola bioclimática.  La pérgola bioclimática consta de varios elementos como el suelo, la estructura y el techo. En términos prácticos, el objetivo principal de una pérgola es proporcionar sombra en la terraza para que pueda disfrutarse incluso en verano o para protegerse de la lluvia dependiendo de la configuración deseada para el jardín o las terrazas de la casa, por este motivo es muy importante que la elección del techo de la pérgola no se haga al azar.  

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Tipos de suelo de una pérgola bioclimática

  La pérgola bioclimática se puede instalar sobre un revestimiento del suelo que puede ser de piedra, baldosa, hormigón, madera o paneles de aluminio.  

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Estructura de una pérgola bioclimática

  La base de la estructura está hecha de materiales fuertes y resistentes como es el acero inoxidable o el aluminio.   

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 El aluminio, principal material utilizado sobre todo en las pérgolas bioclimáticas de lamas, es conocido por su gran resistencia, especialmente a las inclemencias del tiempo y a los rayos UV. Además, las lamas de aluminio se pueden rellenar de poliuretano para aumentar el aislamiento térmico y acústico. La estructura de una pérgola bioclimática se puede adaptar a cualquier estilo y configuración de arquitectura. Asimismo, los módulos de lamas orientables pueden posicionarse en distintas configuraciones para responder a los requerimientos técnicos y estéticos de cada proyecto. Adosada a fachada con 2 pilares: las pérgolas bioclimáticas se pueden adosar fácilmente a cualquier fachada o estructura.  Autoportante con 4 pilares: la pérgola bioclimática se puede montar de forma independiente. Directamente sobre estructuras preexistentes.  

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Los diferentes tipos de techo de una pérgola bioclimática

  Lamas orientables: abren hacia el lado más idóneo para una regulación óptima de la luz y sombra. Cuando llueve o nieva las lamas se cierran y canalizan el agua permitiendo el desagüe a través de los pilares de forma suave y eficiente. Lamas rectátiles: ofrecen una apertura total del techo dependiendo de la climatología.  Techo lona: están formadas por una estructura de aluminio y una lona impermeable, que puede ser enrollable o retráctil.  

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Cerramientos verticales y accesorios 

  Sistema de iluminación led: puede ser una luz led regulable, unas bandas STRIP-LED, unas luces de colores RGB, unos focos en viga o una luz en perímetro. Los elementos de iluminación pueden quedar totalmente integrados en la estructura.

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Sistemas de sonido: con altavoces Bluetooth o barras de sonido integrados permite escuchar música.  

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  Sensor de lluvia y viento: las pérgolas bioclimáticas en muchas ocasiones incorporan este tipo de sensores para poder orientar las lamas de forma automática dependiendo de de la lluvia y el viento que recibe el espacio exterior. De esta manera, ofrecen una temperatura ambiental agradable. Puertas: paneles correderas de aluminio o madera. Pantallas Screens: se crea un cerramiento completo manteniendo el frío y el viento en el exterior pudiendo de esta manera disfrutar de la pérgola durante todo el año.

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  Cortinas de cristal: cerramientos acristalados corredores o fijos que crean así una pérgola bioclimática de cristal.

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  Calefactores: sistemas de calefacción especiales para pérgolas bioclimáticas con control remoto que le permite regular la potencia. Domótica: sistema de motorización que mueve las lamas, permite controlar la apertura y cierre del techo, las luces o el sonido mediante un mando a distancia o desde su smartphone, tablet u ordenador.